lunes, 19 de abril de 2010

Privilegios

El pasado viernes fui testigo como otras doscientas personas de un acontecimiento fantástico, la culminación de un trabajo, la realización de un sueño. Me satisface ver como mis nuevos amigos sonrieron al final de su esfuerzo y como una luz tenue de satisfacción iluminaba sus rostros. El pasado viernes tuve el privilegio de disfrutar de nuestros nuevos amigos de la farándula, de la nueva creación, aquellos que en nombre de lo más sagrado nos hicieron reír con el "Apagón" la obra de teatro que con gran éxito realizaron para recaudar dinero para nuestra Fundación, en la biblioteca de Bellvitge.

Fue un privilegio conocerlos a todos ellos, compartir sus inquietudes previas y su alma rejuvenecida  tras observar el éxito de su trabajo. Fue un privilegio que me permitieran a mi y a otros acompañarles en esa noche, compartir las cervezas ulteriores y los cánticos de  desahogo posteriores.

Por otra parte, es un sueño seguir trabajando juntos por seguir fabricando ilusión, y me llena de satisfacción conocer gente que lo da todo por el todo, o acaso no lo es todo el compartir los mismos objetivos, sueños alcanzables todos ellos.

Hace unos cinco años conocí a un tal Jesús en el metro de Plaza Cataluña, en Barcelona, tocaba la guitarra, sonaba como los ángeles. Era verano, hacía calor, no me esperaba nadie en casa, no recuerdo bien por qué. Llevaba días oyendo a Jesús, habíamos compartido esa complicidad de la gente que se conoce simplemente porque se reconocen con la mirada. Me acerqué a él con una cerveza de lata fría, se la vacié en un vaso. Hablamos, una o dos horas, nos fuimos a un bar allí cerca y empezamos a cantar como dos personas que hacía tiempo que se conocen, aunque nunca han oído hablar el uno del otro. 
Recuerdo que reí un buen rato, recuerdo que con mi voz escasamente dotada para ese arte entonaba canciones de lo más variopintas. Jesús me explicó que estaba de paso, aunque no sabía hacia donde, pero estaba seguro del camino trazado. Nos despedimos, tuve la enorme satisfacción de conocerle, el privilegio de compartir un momento.

Así me sentí de nuevo el viernes, con la sonrisa de un niño que descubre un nuevo mundo, con la satisfacción de que los cantos de sirena perdurarán más allá de una sóla noche,..., de momento por lo menos, perdurarán el treinta de Mayo en Castelldefels, donde seguiremos disfrutando de nuestro común encuentro. Gracias a todos

Salut i Força
Jordi

2 comentarios:

  1. PRIVILEGIO es para mi, el haber encontrado a Okume AZ en mi camino y a todas las personas que lo formáis (unas ya forman parte de mi circulo de amigos y otras las iré conociendo poco a poco). PRIVILEGIO es para mi sentirme una pequeñísima parte de ALGO IMPORTANTE, donde cada granito de arena que aportes sabes que es útil de verdad.
    Gracias !!!!

    ResponderEliminar
  2. El todo por el todo es lo que nos hace humanos, es lo que nos permite soñar, lo que nos permite sentirnos útiles y salirnos de la dinámica del egoismo. Me siento parte de algo que desde fuera, a lo mejor, puede verse como pequeño, pero que particularmente endulza mi alma. Gracias por valorar nuestro esfuerzo y fue una noche increible... Y las próximas támbien lo serán, porque estaremos allí para robales una sonrisa. Gracias!

    ResponderEliminar

Comentarios