martes, 20 de julio de 2010

El precio de una sonrisa

Bueno amigos, finalmente superamos más de una expectativa.

Las noticias positivas y tampoco es malo admitirlo, algunas no tan positivas, sobrevuelan el firmamento de nuestra Fundación.

Haré en primer lugar tres menciones especiales.

La primera a nuestro explorador entrañable, el amigo Juan, que vuelta de los confines del África negra, consigue establecer un binomio sin igual con sus ahora nuevos amigos. La soledad del viajante, la desesperación del que ha conocido otras realidades, muchas buenas, otras desagradables. Yo que pasé por allí hace años, sólo sugiero que las emociones vividas sedimenten, y que el tiempo hace de nosotros seres algo más especiales, quizá no mejores ,ni peores tampoco, pero que somos fruto de lo vivido o bien vivimos para saborear el fruto de lo mostrado. Desde aquí mis felicitaciones y mi apoyo para volver a disfrutar de su sonrisa.

La segunda es para Lola, que hoy, si, hoy, vuelve con nosotros después de su andadura senegalesa, donde fue la encargada de acabar de financiar  la cooperativa de costureras, a las que la Fundación ha acabado de gestionar económicamente su taller, su maquinaria, posiblemente su bienestar. 
Gracias al esfuerzo de muchos de nosotros, diez familias pueden aportar algo más a su hogar y en consecuencia hacer más felices a los que les envuelven, dotar de mejor calidad de enseñanza a los suyos y posibilitar una mejor adaptación a la difícil vida bajo el sol africano. Y Lola volvió con mil y una sonrisas y con ella otra persona nueva, llena de vida... bienvenida de nuevo.

En tercer y último lugar al amigo Venerando , maestro de profesión y poeta  por convicción, que nos brinda su poesía en forma de libro para dotar de magia nueva al mundo y solicita que los beneficios sean para nuestra Fundación, acto que sintetiza todo un ideario.

Cada sonrisa tiene un precio, cada vínculo que realizamos con las decenas de personas que se adhieren a nuestros proyectos, con un objetivo claro común, participar de las sonrisas ajenas para aportar nuestro granito de apoyo a los más necesitados sin pedir nada a cambio, todo a cambio de una sonrisa. Ese precio, el pasado viernes tuvimos la oportunidad de compartir con varias personas un montón de sueños hasta hace poco imposibles. Martorell entero brindó con Okume y Okume brindó con ellos, en una unión maravillosa que a todos nos llenó de gozo y sonrisas.

No me gustaría destacar a nadie en concreto, pero agradeceré a los cinco participantes su total apoyo incondicional hacia con nosotros desde Pep Plaza, que no dudó en aportar su humor a nuestro evento, hasta Marc, que aportó su arte, Charles, su sencillez y sonrisa sin fin , la Galeon Blues Band, que desde Castelldefels, Barcelona y Cadaqués vinieron a disfrutar con nosotros, y nuestro viejo amigo Samba, al cual ya no me quedan adjetivos para el agradecimiento. 
Me encantó ver desde  mi lugar privilegiado como una noche de Julio nos unimos en un evento sin igual, donde todos aportamos nuestro granito de arena, desde Rosa a David, Sonia, Susy, Kia, Sebas, Rosa Mª, Natalia, Valentín etc todos colaborando juntos, todos divirtiéndonos juntos.... ese es el auténtico precio de una sonrisa, la capacidad humana de dar sin esperar nada a cambio.

La vida a cambio de una oportunidad, cada oportunidad equivale a un sueño, cada sueño se forja en cada pensamiento, cada pensamiento se une en una sóla memoria,.., y ella aporta ese espíritu único de la cooperación.

De nuevo gracias a todos, si seguimos disfrutando conseguiremos todos los objetivos deseados.

Salut i Força

Jordi Seuba

domingo, 4 de julio de 2010

La hermosa cuadratura de un círculo

Normalmente tener el honor de compartir con un grupo de gente diferentes sueños y llevarlos a cabo de forma inmediata es todo un acontecimiento que me hace sonreir cada día, pero ayer sucedió algo más, yo podría definirlo como magia. Ayer en Martorell, en un evento promovido por Okume, el grupo de gospel la Bella Quirze Band nos regaló algo más que un sueño.

Hoy tras veinticuatro horas de reflexión, me gustaría compartir el devenir de los acontecimientos, principalmente porque este tipo de actos definen lo que yo entiendo como cooperación en sí misma, amor incondicional, sencillez, para englobarlo en la palabra magia.

La historia tiene un inicio reflexivo, fruto de esas casualidades que los que me conocen saben que yo ignoro y que concibo los acontecimientos como productos del destino llevados hacia algún porque.

La Fundación Privada Okume AZ hace más de un mes se registra de forma definitiva en la ciudad de Martorell, fruto de la insistencia de la gente con la que convivo cada tarde en esta mi ciudad, y sobretodo a la inestimable ayuda de Rosa. Una vez esto sucede, decidimos realizar un acontecimiento de sensibilización hacia nuestros proyectos, con una doble finalidad, conseguir financiación en forma de venta de entradas, bebidas o lo que sea y por otra parte dar a conocer nuestra existencia en esta ciuidad y realizar trabajo de sensibilización al respecto.

Allí nace la idea de montar un concierto único en la Enrajolada de Martorell.

Debido a un problema de agenda nos vemos obligados a dividir el evento en dos eventos, y lo que en principio es un contratiempo resulta absolutamente determinante, pues conseguimos que el Ayuntamiento de Martorell se implique en nuestro problema y nos cede el espacio del Centro Cultural, lugar donde ayer, exisitió la magia.

La idea inicial tanto mía como de Rosa y de Lola, inestimables e indispensables compañeras de fatiga en este evento, era recaudar fondos para la Fundación y en el futuro destinarlo allí donde se precisara.

Hace unos diez días, comía con mi amigo Teo Bibou, que es el máximo representante de la contraparte local del proyecto de Camerún, y me entregaba una carta de las autoridades camerunesas dándonos las gracias por llevar a cabo la desparasitación de miles de niños en la zona tropical de ese país, y rogándome que siguiera intentando ayudar en el mismo camino. Con ese fin, Teo y yo decidimos un pequeño cambio en el orden de las cosas, acordamos hacer una pequeña hucha que se va llenando poco a poco para el gran proyecto que supone la creación de un dispensario en el centro de la zona donde estamos actuando y continuar con un proyecto más acorde a las posibilidades económicas hoy existentes, la recaudación de fondos para compra de fármacos y contratación de enfermera local que lleve a cabo el proyecto sanitario, pero in situ, es decir, desplazándose de escuela en escuela para desparasitar a los niños y tratarlos tres veces al año. Envíe la idea a las autoridades de Camerún y más de treinta escuelas de la zona se sumaron a las ya existentes, alcanzando la cifra de 30000 niños el número total al que la fundación tenía que asistir, y realizamos un proyecto acorde con esta necesidad.

En paralelo, Silvia, del Ayuntamiento de Martorell, el mismo día me hace partícipe de la posibilidad de que Okume presente un proyecto en la ciudad, pero nos da  diez días, justos los días que quedan para el concierto de Gospel.

Decido presentar el proyecto de Camerún, pues ya habéis entendido que no creo en las casualidades, y gracias a Rosa y a Silvia lo hacemos en un tiempo récord.

Como, aún en el caso de conseguir dinero para el proyecto aún tardará unos meses, tomamos una decisión crucial, lo recaudado en el concierto de la Bella Quirze Band será íntegramente para  este tema y si logramos vender mínimo doscientas entradas este año se lograría el objetivo.

Por lo tanto el evento ya crece bajo el toque mágico de las hadas.

Todo el mundo se pone a trabajar, el grupo en los ensayos, Rosa y Lola en sus quehaceres para que todo cuadre, pero falta un elemento que a la postre yo creo que fue el ingrediente final. La Bella Quirze Band nos pide la posibilidad de un africano que toque el jembé para acompañarles en un par de canciones.

Lunes, once de la noche, quedan cinco días para el concierto.

Lo primero que hago es llamar a Teo, el dinero es para Camerún, lo normal es que sea un camerunés el que colabore. Posteriormente tanteo a guineanos e incluso un chico de Nigeria que conozco. Nada.

Finalmente llamo a Mustaphá, amigo mío senegalés, afincado en Salou con el que colaboro. Él me indica una persona, pero para que no haya malos entendidos le explico que el dinero recaudado no es para Senegal en este caso y que puedo comprender una negativa por parte de su amigo en participar. Nada más lejos de la realidad, Samba, que así se llama nuestro nuevo amigo está encantado de ayudar, sin pedir nada a cambio, sin contratos, trampas, pagos, simplemente por el placer de ayudar a un nuevo amigo suyo, como nos llama ahora.

Llega el día del concierto y sucede algo increible, magia, auténtica magia...el escenario prácticamente lleno, las autoridades con el alcalde a la cabeza testigos del evento, Samba, de forma espontánea, sin miedo ni ataduras como yo siempre he visto en mis viajes por el continente negro, se deja llevar por la música apareciendo en el escenario cuando siente la necesidad, sin estar sujeto a normas, sin querer ningún protagonismo, simplemente en gratitud de poderse expresar en su idioma, la música, con esa sencillez que aquí olvidamos a veces debajo de nuestras alfombras, Lola, Rosa, Natalia, Susy, Manu... exultantes de felicidad, el público absolutamente entregado a la música, la música patrimonio de nuestros amigos de la Bella Quirze Band, que no sólo logran un concierto, llegan al espectáculo de luz y a una comunión con el espectador que me hace aún hoy sonreír al cerrar los ojos...todo ello sólo puede ser magia.

La suma de muchos esfuerzos lograron ayer algo más que crear un concierto, la suma de los sueños puestos en común alcanzaron algo más que un espectáculo musical, lograron la comunión total de lo que define al cooperante y a cada proyecto de cooperación.

Sumando los esfuerzos de Okume, de la Bella Quirze Band, del Ayuntamiento, de Samba, del público, logramos algo más que un objetivo...las más de doscientas personas que ayer nos reuniomos por casi dos horas logramos compartir un sueño.

Hoy he llamado a Camerún, para informar que los treinta mil niños este año serán desparasitados, y que tendrán la asistencia que precisan.... me han respondido con una sonrisa, que se une a las que entre todos compartimos.

Como siempre cada día nos enseña algo nuevo y por mi parte ayer reinventamos la cooperación global, cada uno de nosotros cumplió su objetivo particular, sin otra razón del placer de hacer cosas por los demás simplemente porque creemos que no deberían existir las fronteras de la pobreza, el hambre, la falta de salud o bien el abandono sin otra razón de ser que la suerte del lugar de nacimiento. En la suma de nuestros sueños, en los sueños de los otros, logramos una luz que brilló con luz propia y que ni cerrando los ojos podíamos prescindir de su resplandor, un resplandor que hoy llega más allá de nuestras fronteras.

Gracias a todos por hacer de ayer un día pleno de magia.

Salut i Força

Jordi Seuba