jueves, 13 de enero de 2011

A vista de pájaro

La extraña sensación de nuestro amigo influye de forma permante en el que éste observa. El halcón, ave sin igual, que parece que todo lo divisa, que todo lo controla, planea por cada uno de los metros que componen su territorio, sin dejar de observar, sin dejar de meditar cada paso, cada minúsculo golpe de ala, a sabiendas que cada esfuerzo merece ser meditado, merece ser planeado, no tan en pos de conseguir nada, sino más bien de no perder lo ya conquistado.

El halcón es un pájaro que me fascina, es pequeño, parece a lo lejos inofensivo, se le otorga propiedades sólo destinados a animales de compañía, pero a pesar de la falsa creencia humana de su fidelidad, no es del todo cierto, pues cuando levanta el vuelo sólo atiende a su voluntad, a lo que en ese momento su alma dictamina, y si desea volver a tierra firme lo hace con un propósito concreto, bien pensado, nada aleatorio, mientras el observado, el que ahora se convierte en observador de este espectacular ingenio de la naturaleza, no deja de imaginar lo que a muchos se nos antoja como algo probablemente mágico, probablemente místico... la sensación de lo que se debe sentir a vista de pájaro.

Muchas veces, cuando desde nuestras casas leemos la página web de Okume AZ o bien participamos de los diferentes eventos que promocionamos, nos sentimos como esa ave rapaz, fascinados ante lo que cada grano de arroz que nosotros hemos ido poniendo, se convierte en un aquí, en un ahora, en una realidad, y como cada grano de arena no es de nadie, ni siquiera del que lo aportó de forma física, es de todos, pues todos compartimos este sueño, desde el que más arena transporta del lugar más alejado, hasta el que recorre escasos centímetros para acumular algo de energía,..., y cada uno de ellos, cada uno de nosotros, nos sentimos halcones, capaces de volar lejos, a veces de forma real y otras con nuestra imaginación a esos lugares llamados Senegal, Camerún, Guinea, Nepal etcétera, sin olvidar vuelos más cercanos a Hospitalet, Martorell, Castelldefes, San Esteve Sesrovires, Collbató, Cornellà,.., de donde salió cada grano, a donde fue cada gota de sudor de nuestro esfuerzo.

Hoy existe gente un poco más feliz en Guinea, donde las maestras han decidido formar parte del entramado de Okume no como asalariadas, si no como uno de nosotros, como un voluntario más, para poderse convertir también en halcones, para poder volar y volver al lugar de donde pertenecemos, no por una falsa entendida gratitud, si no por una aunténtica voluntad de cambio, de ayudar, de dar sin esperar nada a cambio.

Tal información, una hora más tarde era apoyada desde las enfermeras de Camerún, desde Mamadu en Senegal, o Moustapha o Djine o Madame Songo, o Valentín o cada uno de ellos, de los observados, de los ayudados que se quieren convertir en observadores y no sólo esperar a recibir si no también ayudando a crecer.

Esto, todo esto, da sentido a Okume. La falta del uno, lo indispensable del todos, el sueño de que cada persona en si es importante, indispensable, pero que forma parte de algo más grande que uno mismo, forma parte de un sueño común, soñado por muchos y compartido por muchos más.

Cuando me acerco a mis compañeros, a cada uno de ellos y los veo trabajar, ilusionados, intentando buscar fórmulas para conseguir nuevos objetivos, pienso en ese pájaro singular, hermoso, inteligente, perspicaz,..., que levanta el vuelo, que mide cada paso, que calcula sus acciones y que siempre vuelve a casa, al calor de lo compartido, al mismo sueño que nace en un lugar común, más allá de los personalismos y de las epopeyas griegas que buscan la inmortalidad.

Me siento orgulloso de formar parte de este todo, y hoy especialmente, pues aparece un nuevo año y las ilusiones se me transmiten renovadas, con ideas autónomas, que sólo necesitan la fórmula cierta del éxito, éxito seguro que da el simple hecho de que lo que nace del corazón nunca fracasa, aunque a veces parezca imposible, lo podemos convertir en improbable y de allí a realizable...

2011 tiene grandes cosas preparadas para Okume... y no es un sueño.

Salut i força

Jordi Seuba

4 comentarios:

  1. Senzillament genial!!!Jo soc, a hores d'ara, un petit falcó,o almenys així em sento, però cada vegada noto que creixo una mica mes,i això sols es degut a que gràcies a persones com tu Jordi,tiro endavant per a poder formar part dels somnis compartits dels que mes ho necessiten.
    Ets un crack!!!

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  2. Penso..i estic segura que no sóc l'unica persona,de que tots ens sentim molt, molt orgullosos de tu petit docteur,amb cada pagina web que escrius..dient aquestes boniques paraules i fets,que conquisten els nostres cors...fas que ens sentim una mica falcons..aquest ocell que tant et fascina,doncs et dic..segueix volant i conquistan més i més per OKUME AZ!!
    Torno a donar les gràcies per fer que participem de no ja un somni, sinó d'una realitat feta!!!
    Segueix aixis volant i creant més il.lusions!!
    Grâcies Jordi!!!

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  3. LA HISTORIA DE LOS DOS HALCONES
    Había una vez un rey que recibió como regalo dos magníficos halcones de Arabia. Eran halcones peregrinos, las aves más hermosas que se hayan visto jamás. El rey entregó las preciosas aves al maestro de cetrería para que las entrenara.
    Pasaron los meses y un día el maestro de cetrería informó al rey que uno de los halcones estaba volando majestuosamente, planeando alto en los cielos, pero el otro halcón no se había movido de su rama desde el día que llegó.
    El rey convocó a curanderos y hechiceros de todas las tierras para atender al halcón, pero ninguno pudo hacer que el ave volara. Luego le presentó la tarea a los miembros de su corte. Sin embargo, al día siguiente, el rey vio a través de la ventana del palacio que el ave no se movía de su percha.
    Habiéndolo intentado todo, el rey pensó: “Tal vez necesito a alguien que esté más familiarizado con la vida del campo para que entienda la naturaleza del problema”. Entonces le dijo a su corte.
    - Vayan a buscar al granjero. A la mañana siguiente el rey se emocionó al ver al halcón volando muy alto sobre los jardines del palacio y le dijo a su corte:
    - Tráiganme al hacedor del milagro.
    La corte rápidamente localizó al granjero, quien vino ante el rey. Éste le preguntó:
    - ¿Qué hiciste para que el halcón volara?
    Con reverencia, el grajero le dijo al rey:
    - Fue fácil, majestad. Simplemente corté la rama.

    Jordi, així és com et veig jo, situant-te en aquesta historia sobre falcons. Com el granjer que ens has "tallat la branca" perque alcem el vol i ho fem al teu costat.
    Simplement...GRÀCIES!!!!

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  4. Arriba Okume AZ!
    Hay muchas cosas por realizar aún, nuestra gran fuerza son los colaboradores y su ilusión.
    que no decaiga!

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